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LAURA FERNANDEZ PIÑA Y SUS 40 LADRONES.

Y por tercera ocasión, Laura Fernández logra infiltrar el Consejo Municipal del IEQROO de Puerto Morelos con servidores públicos de su confianza, quienes laboran, de forma habitual, en la nómina municipal de su administración.


1) En 2016, lo hizo con María Nancy González González, quien después de haber calificado su elección como consejera-presidenta del IEQROO, fue premiada con el cargo de contralora del municipio de su primera administración y como directora de Ecología de su segunda administración.


2) Para su reelección de 2018, Laura Fernández infiltró a tres funcionarios públicos en el IEQROO de Puerto Morelos: Rosa Carolina Noval Canul (quien renunció en la segunda sesión) como consejera presidenta, Carlos Alberto Cordero Cordero como secretario y Herver Dadier Dzib Carvajal como consejero.


3) En el 2021, para cuidar sus espaldas, nuevamente ha infiltrado al IEQROO. En esta ocasión, el consejero presidente del organismo “ciudadano” será Herver Dadier Dzib Carvajal, quien seguramente tendrá la consigna de cuidar el triunfo del Delfín(a) de Laura Fernández. La ambición de Laura es perpetuar su poder en Puerto Morelos a la manera del maximato.


Estos funcionarios municipales (servidores públicos de confianza) perciben sueldos promedio de $25,000 MXN mensuales, pero durante los periodos electorales, prefieren “renunciar” temporalmente a su sueldo y prestaciones para saltar, como chapulines, a empleos de temporada, con sueldos no mayores a $12,000 como consejeros del organismo electoral.


Todos los aspirantes a consejeros electorales deben presentar su curriculum en las oficinas centrales del IEQROO en Chetumal. Es el IEQROO el verdadero responsable de esta simulación democrática. A los funcionarios que evalúan a los aspirantes, no parece importarles el evidente conflicto de interés de estos chapulines. La presidenta de la institución, Mayra San Román, no parece ver que esto es un conflicto de interés, o sencillamente, no entiende que no entiende.


Los quintanarroenses estamos convencidos de que al IEQROO poco le importa la democracia, su interés es meramente económico y su servicio está a las órdenes del mejor postor. Por estas acciones los organismos electorales carecen de credibilidad en todo el país. Solamente representan una carga económica para el erario público. NO son imparciales. El cinismo de sus acciones es vergonzoso. Su arrogancia es un insulto obsceno a la ciudadanía.



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